
Tu piel, tu reflejo, tu poder
monica osoro
el arte de revelar tu belleza y tu confianza

Tu piel, tu reflejo, tu poder
monica osoro
el arte de revelar tu belleza y tu confianza

Tu piel, tu reflejo, tu poder
monica osoro
el arte de revelar tu belleza y tu confianza
Bienvenida a un espacio que va más allá de la piel, donde tu belleza y tu confianza se transforman a través de experiencias únicas creadas para ti.
Descubre las experiencias
Diseñadas para transformar tu piel e ir más allá de un tratamiento
Un viaje que convierte el cuidado en un ritual único, donde la ciencia y la sensorialidad se unen para ofrecer resultados visibles.
Sonido de Agua
Una experiencia profunda de hidratación y luz.
60 MIN - 95€
presupuesto y bono personalizado
Este ritual está diseñado para calmar, equilibrar y despertar la piel a través del frescor del agua en movimiento, el silencio envolvente y el toque vibrante de los globes.
Cada gota penetra en profundidad, apaga la sed celular y deja la piel llena de luz, ligereza y presencia.
IDEAL PARA…
Pieles deshidratadas, apagadas o que necesitan reconectar con su ritmo natural.

Sonido de Agua
elixir de vitalidad
Secreto Especiado
Pétalos de Sabiduría
Descubre las experiencias
Diseñadas para transformar tu piel e ir más allá de un tratamiento
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Sonido de Agua
Una experiencia profunda de hidratación y luz.
60 MIN - 95€
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Este ritual está diseñado para calmar, equilibrar y despertar la piel a través del frescor del agua en movimiento, el silencio envolvente y el toque vibrante de los globes.
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IDEAL PARA…
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Diseñadas para transformar tu piel e ir más allá de un tratamiento
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Sonido de Agua
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60 MIN - 95€
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Este ritual está diseñado para calmar, equilibrar y despertar la piel a través del frescor del agua en movimiento, el silencio envolvente y el toque vibrante de los globes.
Cada gota penetra en profundidad, apaga la sed celular y deja la piel llena de luz, ligereza y presencia.
IDEAL PARA…
Pieles deshidratadas, apagadas o que necesitan reconectar con su ritmo natural.

Sonido de Agua
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Secreto Especiado
Pétalos de Sabiduría
Tu Día
Hay momentos especiales en los que no queremos dejar nada al azar
Tu Día está diseñado para novias, invitadas y mujeres que brillan en sus eventos más especiales.
Tres promesas que siempre sentirás en tu rostro: una piel firme, luminosa y radiante; una calma interior que se transforma en confianza renovada; y la certeza de mirarte al espejo y reconocerte plenamente en tu esencia.

Primer Destello
Tu Piel Despierta
Rostro Radiante
Primer Destello
75 MIN - 120 €
Un recuerdo sereno. Una piel impecable. Resultados visibles en una sola sesión. Sentirás confort inmediato en tu piel y la certeza de que este método transforma desde el primer instante.
Además, recibirás una propuesta de cuidado personalizada para mantener los resultados en casa.
Tu Día
Hay momentos especiales en los que no queremos dejar nada al azar
Tu Día está diseñado para novias, invitadas y mujeres que brillan en sus eventos más especiales.
Tres promesas que siempre sentirás en tu rostro: una piel firme, luminosa y radiante; una calma interior que se transforma en confianza renovada; y la certeza de mirarte al espejo y reconocerte plenamente en tu esencia.

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Un recuerdo sereno. Una piel impecable. Resultados visibles en una sola sesión. Sentirás confort inmediato en tu piel y la certeza de que este método transforma desde el primer instante.
Además, recibirás una propuesta de cuidado personalizada para mantener los resultados en casa.
Tu Día
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Tu Día está diseñado para novias, invitadas y mujeres que brillan en sus eventos más especiales.
Tres promesas que siempre sentirás en tu rostro: una piel firme, luminosa y radiante; una calma interior que se transforma en confianza renovada; y la certeza de mirarte al espejo y reconocerte plenamente en tu esencia.

Primer Destello
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Primer Destello
75 MIN - 120 €
Un recuerdo sereno. Una piel impecable. Resultados visibles en una sola sesión. Sentirás confort inmediato en tu piel y la certeza de que este método transforma desde el primer instante.
Además, recibirás una propuesta de cuidado personalizada para mantener los resultados en casa.

Lo que dicen de mis experiencias
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
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Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
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Ainhoa (55 años)
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Lo que dicen de mis experiencias
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
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Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
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Aitzpea (57 años)
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Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
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Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
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Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.

Lo que dicen de mis experiencias
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.
Mónica acertó con mi piel en la primera valoración y desde que comencé con ella mi piel ha mejorado muchísimo, tanto en salud, como en aspecto. Gran profesionalidad y amplios conocimientos, que no hace sino seguir ampliando e investigando en nuevas formulas y combinaciones. A nivel personal agradezco su cercanía, su interés, su buen hacer y tanto su calidez como la del espacio en el que trabaja, que hacen que la experiencia sea una verdadera gozada.
Beatriz (60 años)
Fui a Mónica buscando el tratamiento estrella de las redes sociales para mi boda, el bono más caro. Le conté mi idea, y con honestidad me dijo lo que mi piel realmente necesitaba: no sumar, sino mimar. Empezamos por limpiar y sanear. Cada sesión fue distinta, personalizada. El resultado lo dijo todo: mi maquilladora en la boda dijo que era como pintar sobre un lienzo.
Nerea (30 años)
No me había cuidado nunca, llegué a la cabina de Mónica por mi hija. Sus manos son magia, sabe leer tu piel y lo que hay detrás. Te cuida, te escucha y te recomienda justo lo que necesitas. Desde que voy, mi piel ha cambiado… y no soy la única que lo nota. Ahora me cuido cada día y voy cada mes a ponerme en sus manos.
Lourdes (70 años)
Mi piel es otra desde que estoy con Mónica. Gracias a sus manos y a la rutina que me aconsejó, llevo tiempo sin brotes y con la piel jugosa. Se ha convertido en el mejor regalo para mis amigas. Todas me preguntan: ¿qué te hace? Y siempre respondo lo mismo: no lo sé, a cada persona le da justo lo que necesita. Todo el mundo sale encantado. Y la mejor prueba de ello… ¡todos repetimos!
Ainhoa (29 años)
A mis casi 60, después de probar cremas de todo tipo —de alta gama, más normales…— mi piel seguía apagada y cara con el gesto caído. Desde que estoy con Mónica, su rutina y sus masajes han devuelto el brillo a mi piel y han cambiado mi expresión. Estoy encantada.
Coro (60 años)
Fuí a la consulta de Mónica por la insistencia de mi mujer, se acercaba el día de mi boda. Me costo un poco por los prejuicios sobre hombres… La sesión fue increíble. Estaba tan a gusto y cómodo que casi me duermo. La piel parecía de otra persona. Brillante y limpia. Aplicando sus consejos, lo he mantenido y mas de una persona me ha preguntado qué me he hecho ya que se me nota mucha mas luz en la cara. Totalmente recomendable. Y Mónica un sol. Muy amable, cercana y empática.
Asier (32 años)
Es una experiencia única cada vez que voy. Mi piel siempre sale radiante, jugosa pero lo mejor es la sensación de desconexión y bienestar total. Va más allá de lo físico. El ambiente de la cabina, los aromas y, por supuesto, la atención y sus mágicas manos son una verdadera terapia. Salgo reseteada.
Lide (55 años)
Un tratamiento con Mónica es como un reset. El cambio en tu piel se nota nada más terminar y además habiendo disfrutado de un momento de relax y calma. ¡Tiene unas manos que valen oro! Recomendable 100%.
Aitzpea (57 años)
Soy fan de los tratamientos faciales y he probado muchos. Nada que ver con la experiencia vivida con Mónica. Está a años luz de cualquier otro tratamiento. Cuida cada minuto del proceso haciendo que me sienta dentro de una burbuja de bienestar y confianza que me permite relajarme. El resultado en la piel es fantástico, nada más mirarte al espejo te das cuenta de que la piel ha mejorado: más luminosa, la expresión más relajada, las arrugas difuminadas… Tienes la cara más fresca y más jugosa. Esas manos mágicas te tratan con un mimo y con una profesionalidad impresionantes. Te sientes mejor no solo a nivel de piel, es casi como un proceso de regeneración también interno. Me encantó y pienso repetir una y un millón de veces.
Ainhoa (55 años)
Una sesión con Mónica va más allá del tratamiento que diseña con tanto mimo para mi, porque consigue llegar hasta el alma. En mi caso llegué a ella pidiendo auxilio, mi piel no reaccionaba a nada de lo que usaba… y gracias a su profesionalidad he conseguido el equilibrio que necesitaba.

Primer paso
Primer paso
Encuentro con tu Piel
Encuentro con tu Piel
Tu piel tiene una historia, refleja lo que vives, lo que sientes y el cuidado que le has dado a lo largo del tiempo.
Se trata de escucharte, observar tu piel y entender sus necesidades reales. Es un momento para descubrirla como nunca antes, con claridad, coherencia y sencillez.
Comienza un vínculo real con tu piel con este encuentro sencillo y sostenible, con cuidados que suman con el tiempo y un método que une ciencia y naturaleza para transformar tu piel en profundidad.
Una valoración completa para conocer cómo funciona tu piel y qué necesita de verdad.
Un Ritual de Bienvenida, donde sentirás en tu piel la eficacia de mi método desde el primer instante.
Inversión: 50 €. Si decides continuar con cualquiera de los bonos, esta cantidad se descuenta del plan elegido.

Más que técnicas, son mis manos, mi mirada y mi experiencia las que hacen que cada sesión sea un momento de cuidado y confianza.
— Mónica Osoro

Más que técnicas, son mis manos, mi mirada y mi experiencia las que hacen que cada sesión sea un momento de cuidado y confianza.
— Mónica Osoro

Más que técnicas, son mis manos, mi mirada y mi experiencia las que hacen que cada sesión sea un momento de cuidado y confianza.
— Mónica Osoro
¡Hola!
Soy Mónica
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Soy Mónica Osoro, y tras vivir en mi propia piel lo que significa no sentirse bien con uno mismo, inicié un camino de búsqueda y aprendizaje que me llevó a explorar la ciencia, la estética y técnicas ancestrales.
Estos 30 años de recorrido inquieto me llevaron a crear un método exclusivo que transforma la piel y la confianza. Hoy acompaño desde la cercanía y el cuidado consciente a mujeres que desean transformar su piel y sentirse bien consigo mismas.
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Monica Osoro
Monica Osoro
Transformo la piel y la confianza de cada mujer a través de experiencias que unen ciencia, sensorialidad y mimo profundo.
Transformo la piel y la confianza de cada mujer a través de experiencias que unen ciencia, sensorialidad y mimo profundo.
Transformo la piel y la confianza de cada mujer a través de experiencias que unen ciencia, sensorialidad y mimo profundo.
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